jueves, 21 de agosto de 2008

Que el tiempo cura todo, dicen...

No avanza, sólo camina en círculos y regresa al mismo lugar periódicamente. Hoy me di cuenta de eso, por fin lo experimenté. Hace un año exactamente que dejé de visitar páginas para anoréxicas, que decidí que estaría conforme conmigo misma y que sería feliz mientras Sam me quisiera tal como soy (físicamente) no porque de él dependa el hecho de sentirme bien, sino porque él me hace feliz y no me pide que sea perfecta, así que no tengo por qué serlo, no necesito impresionarlo más y yo estoy cansada de exigirme más de lo que puedo dar.
Bueno, esta semana (no recuerdo qué día, pero fue esta semana), durante la cena, platiqué con Marco y le hablé del libro Abzurdah, de Cielo Latini. lo leí cuando visitaba foros y blogs "Pro-Ana" y tenía cyber-amigas anoréxicas y bulímicas de todo el continente. Este libro es autobiográfico y me gustó en verdad, aunque literariamente no tiene mucho de dónde exprimirle, me pareció que la vida de Cielo era como la mía pero al extremo. Es de los libros que más me han gustado y atrapado desde el prólogo. En verdad no recuerdo por qué saqué ese libro a colación durante la plática, seguramente no hablábamos de anorexia ni bulimia, pero me dieron ganas de volverlo a leer.
Ayer llegué a la oficina y busqué el libro en pdf para pasárselo a Marco y resultó que aún lo conservo, creí que lo había tirado a la papelera. No pude evitar abrirlo y comenzar a leer lo que ya me sé casi de memoria. Hace un año que lo terminé, que terminé con esta pendejada y desde entonces no había platicado con ninguna de mis cyber-amigas bulimaréxicas por el msn, de hecho eliminé a la mayoría de ellas de mi lista de contactos.
Hoy una de ellas me saludó, me hizo la plática y me preguntó que cómo me llevaba con Ana (esa diosa con la que una debe estar en armonía para que ella le permita lograr la perfección y bla, bla, bla) y depronto sentí una imperiosa necesidad de ir a vomitar la torta de salami que me acababa de comer.
No, no lo hice, y no estoy orgullosa. No me siento bien, me siento como hace un año, como hace dos años, como cuando todo empezó. Sólo que entonces tenía una obsesión (podríamos llamarlo "razón de ser") y ahora no. Ahora sólo es costumbre y ganas de hacerlo. Muchas ganas de hacerlo.
Una que quiere crecer, y el tiempo que no ayuda...