Vi en Twitter (X) que han estado hablando de brujería por la limpia que le hicieron a la presidenta y recordé las dos experiencias que yo he tenido con las limpias. Se las voy a contar.
Hace un par de años yo estaba muy desesperada por encontrar un nuevo empleo porque, como saben, no es que odie mi trabajo, pero no me hace feliz. Es un buen empleo, es estable y me pagan bien (y ese ha sido el principal motivo por el que no me he cambiado, porque aquí me pagan mas que en otros que he visto), pero yo soy editora, no tengo perfil de investigadora cuali porque no estudié ciencias sociales. He aprendido mucho y ya medio le hago a la antropología social, pero a pesar de los años, no me atrevería a ponerme como experta en investigación cuali en mi CV. Así que, básicamente, llevo cinco años perdiendo el tiempo.
En fin, en mi desesperación, me recomendaron a un palero (sí, de la religión palo mayombe) para que me hiciera una limpia y me ayudara a abrir mis caminos, que según yo, estaban bloqueados. Pues fui a ver al palero, con muchos nervios porque era algo completamente desconocido para mí. Me acompañó Sam, porque siempre me apoya en todas mis locuras, aunque sean ridículas, y porque no me iba a dejar ir a un lugar desconocido a ver a un hombre misteriosamente misterioso, por muy recomendado que estuviera.
Llegamos con el palero Juan y, después de la presentación y de que me explicara sobre su forma de trabajo, me hizo una lectura de conchas, es decir, me pasaba unas conchitas por el cuerpo y las arrojaba al piso, y según donde cayeran, él interpretaba su significado. Al final de la lectura él se puso muy serio y me dijo "yo quiero saber, ¿a qué vienes? Porque todo en tu lectura salió muy bien, estás en armonía en todos los ámbitos de tu vida, en lo económico, en el amor, en lo espiritual, no sé cómo es tu relación con Dios, pero no te veo en desbalance. Al contrario, te veo con mucha luz, tienes mucha luz, y eso a veces puede llamar mucho la atención y atraer oscuridad, envidias, pero tú brillas. Entonces, no sé cómo te pueda yo ayudar". Eso me decepcionó un poco porque yo esperaba que me dijera que tenía un bloqueo profesional y que necesitaba algo para abrir mis caminos, pero aparentemente no; yo estoy donde debo estar y no hay más.
Yo le respondí que me sentía estancada profesionalmente, y que quería que él me ayudara a abrir mis caminos y encontrar un nuevo empleo. Él aceptó y me dijo que podía hacerme un baño con hierbas, aunque, de entrada no lo noté muy convencido y siento que me dio la opción menos perjudicial para mí y la más sencilla para él. En fin, me dio una lista de materiales que debía conseguir y llevar la siguiente semana para que él me preparara un baño con todo eso. No recuerdo qué tanto me pidió, sólo recuerdo que incluía guayabas verdes y aguardiente. La siguiente semana me presenté con todas mis cosas, se las entregué y el tardó un montón en preparar mi baño. Luego me pasó a un cuartito pequeño, me entregó la cubeta de agua y me dijo que me bañara con eso ahí mismo, mientras pensaba en lo que quería atraer. Creo que él ya había olvidado lo que yo estaba pidiendo, pero tampoco le importaba y no lo disimuló. Yo hice lo que me dijo, al final me puse mi ropa y salí. Le pagué y agradecí el tiempo y el trabajo realizado. Me dijo que debía regresar en 21 días para repetirlo. No lo hice. El resultado: sigo en el mismo empleo, pero menos desesperada, sólo un poco más resignada.
Hace varios meses, la señora que viene a limpiar la casa los jueves le dijo a mi mamá que junto a mi cama, a la altura de mi cabecera, encontró un montón de moscas muertas. Un montón, así lo dijo, pero no me supo decir exactamente cuántas. Mi mamá me lo comentó, pero acababan de fumigar la casa y yo se lo atribuí a eso, a pesar de que se me hizo raro que aparecieran sólo en ese lugar. Olvidé el tema rápidamente, pero meses después, mi mamá me volvió a decir que la señora de la limpieza le había dicho, preocupada, que cada semana encuentra moscas en el mismo lugar, junto a mi cama, a la altura de mi cabecera, y que eso ya se le estaba haciendo muy raro. No hay moscas muertas en ningún otro lugar de la casa. Ella mueve los muebles para barrer y sacudir, y no hay moscas más que ahí junto a mi cama. Eso ya me empezó a preocupar a mí también.
Ni tarda ni perezosa, me puse a buscar en Google el significado de las moscas muertas, porque para mí eso ya tenía que tener un significado esotérico, por supuesto. Encontré que sí, que no por nada a Belcebú lo llaman "Señor de las moscas"... ¡ay! Y que podrían estarme anunciando una brujería o que podría sólo ser algo de malas energías, o sea, envidias, que estoy atrayendo. Y recordé las palabras de Juan, el palero. Honestamente, dudo mucho que alguien me quisiera hacer brujería a mí. No me imagino a nadie poniendo su energía física en algo para afectarme de ninguna manera. No soy tan importante. Además, también en eso tenía razón Juan, estoy muy bien en todos los ámbitos de mi vida. Aparte de que no me gusta mi empleo, estoy bien en todos los sentidos, tengo buena salud, tengo trabajo, tengo un esposo que me ama, mi familia está bien, no me falta nada. O sea, no hay una brujería sobre mí o simplemente me están haciendo algo que no les está funcionando. Me voy por la segunda opción, las envidias. Y sobre eso no voy a profundizar porque no es algo que me quite el sueño.
Total que yo platiqué el asunto con todo el que me quisiera escuchar, porque era algo que se me hacía muy curioso. Nunca me había pasado algo tan extraño. Gracias a eso, recibí muchos consejos porque a la gente le encantan estos temas y siempre tienen un consejo al respecto. Es hermoso. Una compañera del trabajo me dijo que cuando en su casa se ponían pesadas las energías o empezaban a pasar cosas raras, su abuelita trapeaba con amoniaco. Luego, el chofer del Uber me dijo que debía trapear con amoniaco y luego rociar mi casa con agua bendita de tres iglesias mientras rezo el Padre Nuestro. Una chica de Twitter me dijo que sahumara mi casa con hierbas como palo santo, salvia blanca, laurel, romero, etc. Yo consideré todo y planeé hacer una limpia en mi casa con todo lo que me recomendaron.
Uno pensaría que todas esas cosas que mencionaron se pueden conseguir fácilmente en un mercado y en tres iglesias... Pero uno se equivocaría. No tienen idea de lo difícil que fue conseguir todo, hasta el amoniaco. Recorrí con Sam varias ferreterías y no lo encontrábamos en ninguna. Fui a varias iglesias y tampoco podía conseguir el agua bendita, y no es que me la negaran, sino que tenía que ir cuando estuviera disponible un padre que pudiera bendecir el agua que yo llevara; y a las horas a las que yo iba no había padres en las iglesias. También visité un par de mercados, ¡y no había hierbas! ¿Cómo chingados no va a haber hierbas en un mercado? Pues así como lo leen. Nada. Cero. Pasé incluso al puesto donde acostumbro comprar mis inciensos y la chica que lo atiende ya se estaba mudando, me dijo que ya tenía todo empacado y que se iba de ahí. Fue la cosa más extraña, parecía que en verdad había fuerzas sobrenaturales impidiéndome conseguir lo que necesitaba. Me sentía como si me hubieran pedido cenizas de muerto de 33 años, ancas de rana nacida en eclipse de sol en Virgo, cosas así. Pero bueno, al final sí conseguí todo, aunque me costó mucho trabajo. Mis hermanos me tuvieron que traer agua bendita de sus iglesias cercanas. Yo fui al mercado de Mixcoac y ahí por fin encontré las hierbas. El amoniaco apareció en la diesmilésima ferretería que visitamos.
Y llegó el día. Hice mi limpieza. Pero primero, me puse a escombrar los closets y saqué ropa que ya no usamos. Limpié la casa a profundidad. Luego pasé por todo el piso el amoniaco diluido en agua para que no le fuera a hacer daño a mi perrita. Junté el agua bendita de las tres iglesias y la rocié por toda mi casa rezando el Padre Nuestro y el Ave María. Al final encendí las hierbas y sahumé toda la casa pidiendo que se llevaran las malas energías. Pensé que sería un ritual rápido de hacer, pero la verdad es que también me llevó mucho tiempo, a pesar de que la casa es pequeña. Terminé cansadísima y con dolor de brazos. No sé por qué, pero el cuello, los brazos y la espalda me dolían horrible, como si hubiera entrenado con mucho peso mi tren superior el día anterior.
Esta vez, parece que la limpia sí funcionó porque ya no hay moscas muertas junto a mi cama.